El 14 de febrero de 2005 Steve Che, Chad Hurley y Jawad
Karim registraron el dominio Youtube. Este servicio adquirido poco más de un
año después por Google inició la revolución del consumo audiovisual como se
había conocido hasta el momento.
Con los datos de comScore del pasado mes de diciembre la
plataforma tiene en España una audiencia a través de dispositivos no móviles de
más de veinte millones de personas que consumen una media de sesenta y cuatro
horas de contenido mensualmente. Audiencia y consumo que aumenta
significativamente si incluyéramos el tráfico proveniente de tabletas y móviles
que no recoge el medidor único en nuestro país.
Youtube, servicios similares, el vídeo on demand, las
emisiones lineales de TV a través de la red y el consumo no legal de contenido
audiovisual ha modificado lo que hasta el momento se llamaba “la televisión” y
que actualmente deberíamos empezar a denominar mercado de consumo audiovisual.
El 87% de los Internautas consumen vídeo online, creciendo la cobertura de este
formato un 17% durante 2014.
En el pasado 31º seminario de televisión multipantalla
organizado por Aedemo planeaba sobre las ponencias y entre los asistentes la
sensación de que el cambio ya es palpable generando como es lógico entre los
dominadores hasta el momento del panorama y receptores mayoritarios de la
inversión publicitaria un cierto incomodo.
La última reordenación de las frecuencias de la TDT cierra
ventanas de emisión de la televisión tradicional frente a las pantallas
emergentes de consumo audiovisual, los móviles 4G. Los operadores dominantes
del mercado se lamentaban de perdida de canales y de la pérdida de
oportunidades de emisión de contenidos más segmentados que el cierre de canales
ha traído. Personalmente creo que quedan muchos minutos libres para emitir esos
contenidos dado que esos operadores no dejan de repetir hasta la saciedad los
mismos contenidos en sus canales secundarios. Creo personalmente que más que
por la emisión de los contenidos están molestos por la pérdida de emisión de
GRPs y de ingresos a través de la publicidad.
Pero lo más relevante de estos últimos diez años es el
cambio de modelo de consumo que hemos realizado a la hora de “ver la
televisión”. Especialmente los más jóvenes, pero significativamente para gran
parte de los antiguos “telespectadores”. Consumimos cuando, como y donde
queremos. Ya no estamos tan dispuestos a esperar el momento de la emisión de un
determinado contenido (excepto eventos deportivos). Los más jóvenes tienen cada
vez menos en cuenta la “calidad” de la emisión, las pulgadas de la pantalla
pierde preponderancia frente a la comodidad de acceder al contenido de forma
ubicua.
Son esos jóvenes los que cada vez ven menos la TV. Que según
un informe presentado en el congreso por Maxus ven la tele porqué sus padres
les obligan a cenar juntos o a pasar cierto tiempo con ellos en la sala de
estar frente a la pantalla. Jóvenes que consumen la TV de forma diferente, acompañándola
con otras pantallas con las que comparten su consumo televisivo a través de las
redes sociales o simplemente consumen a la vez otro contenido audiovisual a
través de una tablet o móvil.
Esta realidad está afectando de forma significativa a la
utilización del medio por parte de los anunciantes. Si el 38% de los usuarios
del vídeo online declaran que ven menos la TV es lógico pensar que para que las
marcas puedan acceder a ellos tendrán que utilizar nuevos canales audiovisuales
para impactarlos.
La inversión de vídeo online sigue creciendo y al gran
dominador de este mercado Youtube (se estima que ingreso solamente en USA por
encima de 1130 millones de euros en publicidad) le aparecen nuevos competidores
en el mundo multipantalla como Facebook y Twitter que están desarrollando
formatos publicitarios nativos en vídeo.
Cuando esas generaciones nativas digitales sean mayoritarias
el mercado de la TV como se conoció ya no tendrá sentido y el nuevo modelo de
consumo audiovisual será el mayoritario. Quizás en ese panorama la mayoría de
la inversión publicitaria esté en manos de nuevos players y en lugar de comprar
GRPs compremos impactos de targets exactos a través de compra programática.
Comentarios
Publicar un comentario