Dicen que el nombre hace la cosa
y seguramente uno de los problemas de posicionamiento actual de la publicidad
programática en nuestro país es entenderla solamente modelo de compra de medios.
Esa visión además de limitada en
su concepción, nos ha llevado en algunos casos a entender la publicidad
programática como ese modelo de comprar
barato inventario invendido en el entorno digital. Mensaje más extendido de lo
que muchos creen entre los anunciantes de nuestro país.
Creo que es necesario una
reivindicación del rol presente y futuro de la publicidad programática. Y una
buena forma es empezando por reescribir su nombre ya que la promesa que
traslada es casi imbatible. Impactar solamente al consumidor más valioso para
las marcas, entendiendo el contexto y entorno donde se producirá el impacto
para personalizar el mensaje gracias al uso de los datos.
Esa promesa nos traslada mejoras
de eficiencia y eficacia. Y quizás una
futura percepción más positiva por parte del consumidor de la publicidad si
somos capaces de usar el poder de la personalización con tino.
Pero la promesa también nos trae
nuevos retos y creo que en uno en especial tengo la sensación que estamos avanzando
muy poco. No me refiero a la tecnología, tampoco a la absoluta necesidad del
respeto escrupuloso por la privacidad de los consumidores, ni de la necesidad
de nuevos perfiles profesionales en las agencias con capacidades elevadas de
análisis de datos.
Me refiero a aquello que es un
ingrediente básico de la publicidad. La creatividad. Qué sentido tiene todo ese
esfuerzo de conocimiento del consumidor, creación de plataformas tecnológicas
de costes millonarios para conectar en tiempo real la oferta y la demanda, para
luego impactar a cada uno de esos consumidores “únicos” en un momento único con
el mismo mensaje indiscriminadamente.
¿Cómo integramos a las agencias
creativas en esta revolución? Tengo la sensación que no se las está teniendo
suficiente consideración en los foros donde se habla de estos temas. Difícilmente
encontramos a creativos entre el público y mucho menos entre los ponentes en
los foros de publicidad programática explicando el reto que como profesionales
de la publicidad tienen en este nuevo paradigma.
Y es que la solución actual dista
mucho de lo que requerimos. Las mal llamadas “creatividades dinámicas” tienen
dinamismo, pero muy poca creatividad. Debemos dar un paso adelante sobre esas
piezas basadas en plantillas donde se combinan varias fotos de producto, con
llamadas a la acción y localizaciones del punto de venta. Tenemos que dar
muchos pasos sin duda.
Invito a los creativos que estén
leyendo estas líneas a que den un paso adelante e introduzcan en este mundo tan
analítico y tecnológico el calor de la creatividad no tan solo en el rol del
contenido sino también en procesos como por ejemplo en la utilización de los
datos que estoy seguro mejorarán de forma sustancial la eficiencia y la
efectividad de las campañas.
Os queremos a nuestro lado para
recorrer este camino que se antoja como mínimo interesante.
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